No fue una decisión fácil y, hasta último momento, hubo negociaciones para intentar torcer voluntades. La Asamblea Extraordinaria del Consejo Federal de Inversiones (CFI) terminó como el peronismo quería que fuera el final, con el politólogo Ignacio Lamothe reelegido en la Secretaría General de esa entidad. El dato no es menor si se tiene en cuenta que ese organismo administra cerca de $ 120.000 millones al año con el aporte de las 23 provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Tras la reunión, encabezada por el formoseño Gildo Insfrán, se comunicó que la decisión había sido unánime, aunque, en los hechos, hubo varias alternativas para cambiar la cabeza del CFI. Como corolario, el economista Sebastián de Lucca, promovido por el entrerriano Rogelio Frigerio, se sumará como director, cargo que también ocuparía el ex diputado riojano Felipe Álvarez.
Ambos serían la prenda de la unanimidad para que Lamothe siga al frente del CFI. El temario también incluía la reincorporación al consejo de San Luis, un hecho en el que sí hubo unanimidad. “No queríamos romper; no es momento de tomar decisiones aisladas, sino de mostrar que se puede convivir institucional y políticamente”, comentó uno de los asistentes para mostrar lo que pasó en la sede ubicada en San Martín 871 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a seis cuadras de la Casa Rosada.
Lamothe recibió el respaldo de Insfrán y del bonaerense Axel Kicillof. Pero también fue apoyado por el santiagueño Gerardo Zamora, por el fueguino Gustavo Melella, por el pampeano Sergio Ziliotto, por el riojano Ricardo Quintela y por el misionero Hugo Passalacqua. Junto con el grupo de peronistas no dialoguistas se ubicaron aquellos que vienen siendo más pragmáticos con la gestión del presidente Javier Milei: el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil. A ellos se sumaron el salteño Gustavo Sáenz y el rionegrino Alberto Weretilneck.
Un dato curioso fue la ausencia de Jaldo en la foto de familia. ¿Qué sucedió? Según pudo establecer LA GACETA, el tucumano y varios de sus pares de otros distritos decidieron no posar porque esa imagen avalaba un documento que fue difundido en las redes sociales y que no fue firmado por todos los gobernadores. La misma actitud del tranqueño fue adoptada por Sáenz, Weretilneck, el neuquino Rolando Figueroa y el sanjuanino Marcelo Orrego, entre otros.
¿Qué dice el documento? El texto fue expuesto por Quintela en su cuenta personal en “X”, claramente opositor al Gobierno nacional.
“Los Gobernadores de las 23 provincias argentinas, reunidos en la Asamblea del Consejo Federal de Inversiones, por unanimidad han resuelto solicitar al Gobierno Nacional el cumplimento de los compromisos respecto a la financiación y/o ejecución de la obra pública en los territorios provinciales”, arranca el documento.
Asimismo, se solicita a la Nación que cumpla con las transferencias corrientes y de las deudas correspondientes a los recursos de las Cajas No Transferidas; “y la distribución del Fondo Compensador del Transporte que se financia en forma específica a través del Impuesto a los Combustibles y que, sin embargo, se ha interrumpido”.
Por último, acota la misiva, de cara a la discusión del presupuesto 2025, las provincias argentinas propugnan por “una distribución más equitativa entre la Nación y las Provincias de los recursos coparticipables y buscarán los instrumentos adecuados para poder afrontar sus responsabilidades, tal como establece la Constitución Nacional, con los recursos correspondientes”.
Si bien el escrito lleva el sello del CFI, al pie no están las firmas de los gobernadores. Jaldo no lo firmó, según pudo conocer este diario. No está dispuesto a avalar tal reclamo a las puertas de una votación vital en el Congreso (por la Movilidad Jubilatoria), a cinco días de que el Ministerio de Economía de la Nación eleve a la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto 2025 y de cara a las negociaciones que viene manteniendo con la Rosada para reactivar la obra pública en Tucumán.